domingo, 11 de octubre de 2009

estupida mania de escribir

Vi a las nubes cambiando de color
y crear extrañas figuras corpóreas
mientras ganaban demasiada altura
justo antes de desaparecer en el azul
con que se vestía esta vez el cielo.
Vi despojarse de añejos atuendos
a un vetusto árbol que se enraizó
a un sitio que nunca le perteneció.

Vi un aura conocida en una figura desconocida
que se reflejó en el entumecido espejo
de una sala de baño que no vio jamás el sol,
fue una eterna y melancólica madrugada
en que se adelantaron los relojes
sin poder borrar el tiempo que quedó atrás.

Desde una vieja y mohosa escafandra
vi unos sueños que pensé estrellas fugaces
pero que aún ahí permanecen
cual luceros en esta vía láctea de la insensatez.
Vi un hombre viejo que se torna nuevo,
un frío abril que ya es octubre,
una primavera que apenas nace y ya es eterna
un deseo irrefrenable de seguir siendo
el que siempre quise y nunca fui.

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